Mark Post, un investigador holandés, trabaja en la producción de carne sintética a partir de células madres extraídas de tejido muscular de vaca. En octubre, tendrá la primera hamburguesa fabricada de manera artificial. Increíble pero cierto, aunque todavía no se sabe que sabor ni que textura tendrá.
Antes de autorizar la venta de carne sintética, se realizarán numerosas pruebas para garantizar que es apta para el consumo humano, aunque Post cree que su carne sintética pasará todos los controles: "Sabemos todos los ingredientes que llevará así que no esperamos que haya problemas relacionados con la seguridad".
Aunque la hamburguesa no está acabada, han conseguido desarrollar fibras de tejido muscular a partir de células madre extraídas de vacas que son cultivadas en una disolución con nutrientes. Para elaborar la hamburguesa necesitará entre 2.000 y 3.000 fibras de tejido. Éstas serán ensambladas y mezcladas con grasa artificial para conseguir una textura parecida a la de una hamburguesa auténtica. Las fibras de tejido muscular obtenidas son de color blanquecino porque no contienen sangre.
La verdad no es que suene muy bien pero el principal objetivo de Post es reducir el gran impacto ambiental causado por la ganadería intensiva, generado por la producción de piensos, la gran expulsión de metano por parte de los rumiantes. Además, la cría de ganado favorece la deforestación y consume gran cantidad de recursos.
Veremos a ver como acaba todo este asunto.Aunque la hamburguesa no está acabada, han conseguido desarrollar fibras de tejido muscular a partir de células madre extraídas de vacas que son cultivadas en una disolución con nutrientes. Para elaborar la hamburguesa necesitará entre 2.000 y 3.000 fibras de tejido. Éstas serán ensambladas y mezcladas con grasa artificial para conseguir una textura parecida a la de una hamburguesa auténtica. Las fibras de tejido muscular obtenidas son de color blanquecino porque no contienen sangre.
La verdad no es que suene muy bien pero el principal objetivo de Post es reducir el gran impacto ambiental causado por la ganadería intensiva, generado por la producción de piensos, la gran expulsión de metano por parte de los rumiantes. Además, la cría de ganado favorece la deforestación y consume gran cantidad de recursos.
Si queréis leer más: http://www.elmundo.es/elmundo/2012/02/24/ciencia/1330095845.html