martes, 3 de enero de 2012

Efectos muy positivos...

Una investigación del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl), centro vinculado a la Universidad de Salamanca, ofrece nuevas claves sobre los efectos de acostumbrar al cerebro en las primeras etapas de crecimiento a escuchar cierto tipo de sonidos. 

El estudio ha sido realizado con  ratas inmaduras, las cuales se vuelven hipersensibles hacia los sonidos a los que han sido expuestas. En este fenómeno toma un papel muy importante, no solo la corteza del cerebro sino también el colículo inferior del cerebro.

Este fenómeno de sensibilización hacia los sonidos tiene importantes implicaciones prácticas en el caso del ser humano, por ejemplo, en la sensibilidad para la música y los idiomas, en niños de corta edad (entre 3 y 8 años). Por ejemplo, "si a un niño, de entre 3 y 8 años, le enseñas inglés o le pones dibujos animados en inglés, absorbe el idioma con una facilidad tremenda y no sólo las palabras o la gramática, sino también la pronunciación". 





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